Viernes Santo | Hermandades Semana Santa Córdoba

Aún con el buen sabor de boca de una magnífica tarde – noche cordobesa, con el transcurrir de las diferentes Hermandades por las calles de la ciudad, comienza un nuevo día cofrade en esta Viernes Santo en Córdoba. Parece, que el final esta acercándose pero aún quedan dos días por delante para disfrutar de diferentes cofradías por cada rincón de Córdoba.

Las distintas Hermandades que realizan su Estación de Penitencia en el Viernes Santo de Córdoba son:

Soledad

Expiración

Descendimiento

Conversión

Dolores

Santo Sepulcro

Parece, que ya conocemos cuales son las diferentes Hermandades que procesionan durante la jornada del Viernes Santo por las calles, en esta Semana Santa Córdoba.

Por lo tanto… ¡Vamos a conocer toda la información sobre la Hermandad del Santo Sepulcro!

Viernes Santo | Hermandades Semana Santa Córdoba

Aún con el buen sabor de boca de una magnífica tarde – noche cordobesa, con el transcurrir de las diferentes Hermandades por las calles de la ciudad, comienza un nuevo día cofrade en esta Viernes Santo en Córdoba. Parece, que el final esta acercándose pero aún quedan dos días por delante para disfrutar de diferentes cofradías por cada rincón de Córdoba.

Las distintas Hermandades que realizan su Estación de Penitencia en el Viernes Santo de Córdoba son:

Soledad

Expiración

Descendimiento

Conversión

Dolores

Santo Sepulcro

Parece, que ya conocemos cuales son las diferentes Hermandades que procesionan durante la jornada del Viernes Santo por las calles, en esta Semana Santa Córdoba.

Por lo tanto… ¡Vamos a conocer toda la información sobre la Hermandad del Santo Sepulcro!

Sepulcro Viernes Santo Córdoba

HERMANDAD DEL SANTO SEPULCRO

Hermandad de la Inmaculada Concepción y Muy Antigua Cofradía de Nazarenos de Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro y Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad

HERMANDAD DEL SANTO SEPULCRO

Sepulcro Viernes Santo Córdoba

Hermandad de la Inmaculada Concepción y Muy Antigua Cofradía de Nazarenos de Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro y Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad

 

SAGRADOS TITULARES | HERMANDAD DEL SANTO SEPULCRO

Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro

La imagen de Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro de la Hermandad del Santo Sepulcro es una obra anónima.

El Sagrado Titular de dicha Hermandad fue tallado en el siglo XVII.

El momento representado es el momento en el que Jesús es sepultado.

Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad

La imagen de Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad de la Hermandad del Sepulcro es una obra de Luis Álvarez Duarte.

La Titular Mariana de dicha Hermandad fue tallada en el año 1977.

Dolorosa bajo palio refleja el sufrimiento y el amor por su hijo.

SAGRADOS TITULARES | HERMANDAD DEL SANTO SEPULCRO

Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro

La imagen de Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro de la Hermandad del Santo Sepulcro es una obra anónima.

El Sagrado Titular de dicha Hermandad fue tallado en el siglo XVII.

El momento representado es el momento en el que Jesús es sepultado.

Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad

La imagen de Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad de la Hermandad del Sepulcro es una obra de Luis Álvarez Duarte.

La Titular Mariana de dicha Hermandad fue tallada en el año 1977.

Dolorosa bajo palio refleja el sufrimiento y el amor por su hijo.

Itinerario HERMANDAD DEL SANTO SEPULCRO | VIERNES SANTO 2025

Parroquia del Salvador y Santo Domingo de Silos

* Itinerario basado en la Semana Santa de 2024

La Hermandad del Sepulcro realizará su salida a las 20:50 horas y, seguirá el siguiente itinerario por las calles de Córdoba:

Plaza de la Compañía
Conde de Cárdenas
Claudio Marcelo
Diario Córdoba
San Fernando
Romero Barros
Plaza del Potro
Enrique Romero de Torres
Paseo de la Ribera
Ronda de Isasa
Puerta del Puente
Carrera Oficial (22:40)
Cruz del Rastro
San Fernando
Fernando Colón
Conde de Cárdenas
Plaza de la Compañía

Tras haber realizado este itinerario, la Hermandad del Sepulcro tiene prevista su entrada a las 01:10 horas.

Itinerario HERMANDAD DEL SANTO SEPULCRO | VIERNES SANTO 2025

La Hermandad del Sepulcro realizará su salida a las 20:50 horas y, seguirá el siguiente itinerario por las calles de Córdoba:

Plaza de la Compañía
Conde de Cárdenas
Claudio Marcelo
Diario Córdoba
San Fernando
Romero Barros
Plaza del Potro
Enrique Romero de Torres
Paseo de la Ribera
Ronda de Isasa
Puerta del Puente
Carrera Oficial (22:40)
Cruz del Rastro
San Fernando
Fernando Colón
Conde de Cárdenas
Plaza de la Compañía

Tras haber realizado este itinerario, la Hermandad del Sepulcro tiene prevista su entrada a las 01:10 horas.

* Itinerario basado en la Semana Santa de 2024

HISTORIA HERMANDAD DEL SANTO SEPULCRO

La Cofradía del Santo Sepulcro tiene sus raíces en el último tercio del siglo XVI, vinculada a los carmelitas calzados, quienes promovían hermandades y devociones populares como parte de su labor religiosa y de integración social. La cofradía surge en la ermita de la Vera Cruz, donde se hallaba el convento del Carmen, y sus primeras reglas fueron aprobadas el 5 de marzo de 1573, aunque ya existía con anterioridad.

Desde su fundación, la hermandad se consolidó y creció en importancia, celebrando su elección de hermano mayor el segundo día de Pascua de Resurrección, generalmente con una duración de un año, aunque en muchos casos se producían reelecciones. Su acto principal era la procesión de disciplinantes del Viernes Santo, en la que se veneraban tanto la imagen de Cristo Yacente como la de Nuestra Señora de las Angustias (también conocida como Quinta Angustia), que generaba gran fervor entre los devotos.

A finales del siglo XVI, con el traslado de los carmelitas a Puerta Nueva, se inició la construcción de una nueva iglesia. En este contexto, la cofradía decidió sustituir su primitiva imagen mariana por una nueva, que pasó a denominarse Nuestra Señora de las Penas, nombre que mantuvo hasta el siglo XIX.

En el primer tercio del siglo XVII, la hermandad del Santo Sepulcro absorbió las hermandades de Nuestra Señora del Carmen y San Gregorio, lo que reforzó su relevancia y permitió incorporar elementos barrocos a su estación de penitencia, dotándola de mayor boato y solemnidad. En 1737, los hermanos de la cofradía remodelaron completamente su capilla en la iglesia del Carmen.

El Viernes Santo, la cofradía cerraba los desfiles procesionales con los pasos de la Santa Cruz, Cristo Yacente y Nuestra Señora de las Penas. Un momento especialmente emotivo era su paso por el convento de Santa Inés, donde las religiosas entonaban el Miserere. Además, se incorporaron nuevas formas escénicas, como el sermón del Descendimiento, representado antes de la estación de penitencia.

En 1659, la cofradía protagonizó un conflicto con la de San Diego por cuestiones de horarios procesionales, que se resolvió con un acuerdo en 1660.

A mediados del siglo XVIII, la cofradía atravesaba dificultades económicas, lo que llevó a su vinculación con el colegio de escribanos públicos, expulsados en 1755 de la hermandad de Jesús Nazareno. Los escribanos asumieron el mantenimiento de la cofradía y, aunque se redujeron los actos religiosos, la procesión del Viernes Santo continuó celebrándose. Durante la ocupación napoleónica, la cofradía sufrió la exclaustración de los carmelitas calzados en 1810, pero recuperó su actividad tras su regreso.

En 1820, un nuevo reglamento estableció la procesión del Santo Entierro como la única permitida, favoreciendo a la cofradía del Sepulcro. Sin embargo, en 1835, con la exclaustración definitiva de los carmelitas, la hermandad entró en un período de declive. Sus imágenes fueron trasladadas a la parroquia del Salvador y Santo Domingo de Silos, donde los escribanos dieron culto a la Virgen de la Concepción.

A mediados del siglo XIX, la procesión del Santo Entierro fue recuperada por el ayuntamiento, y los escribanos siguieron acompañando al paso del Sepulcro hasta 1862, cuando surgió un conflicto con el clero. Desde 1864, la cofradía volvió a procesionar de manera independiente, pero su presencia documental desaparece a finales de siglo, lo que sugiere su posible disolución.

En 1910, gracias a la iniciativa del conde de Torres Cabrera, se reorganizó la hermandad del Santo Sepulcro con el respaldo de la nobleza cordobesa. Sin embargo, esta etapa tuvo una corta duración, ya que en la década de 1920 la cofradía volvió a desaparecer.

Durante la Segunda República, Juan Serrano Rosas impulsó un nuevo intento de reorganización, logrando que en 1935 la cofradía volviera a participar en la procesión del Santo Entierro. A partir de 1937, la hermandad experimentó un auge significativo, con la incorporación de vistosos mantos negros y la ostentación de insignias de la Orden del Santo Sepulcro.

No obstante, a finales de los años 40 comenzaron a aparecer signos de crisis, aunque en los años inmediatos hubo una breve recuperación bajo el liderazgo de José Montero Tirado. Aun así, en los años 50 la hermandad entró en un nuevo período de decadencia, que culminó en su disolución en enero de 1973.

En marzo de 1973, un grupo de jóvenes estudiantes promovió la reorganización de la cofradía, cuyos estatutos fueron aprobados en ese mismo año por monseñor Cirarda Lachiondo. En 1976, la hermandad encargó al escultor Luis Álvarez Duarte la talla de Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad, bendecida en 1977.

En 1985, la cofradía incorporó la advocación de la Inmaculada Concepción a su título, recuperando el culto que tradicionalmente le habían tributado los escribanos públicos en siglos anteriores. En 1987, logró la agregación a la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén de Roma y a la Orden de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo. Ese mismo año, el rey Juan Carlos I aceptó el título de hermano mayor honorario.

En 1995, la cofradía realizó un importante avance en su identidad procesional con la primera salida de Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad, acompañada por San Juan y María Magdalena en un paso innovador diseñado por Miguel Ángel González Jurado. Este conjunto, que evocaba una escena de duelo, se presentó bajo un palio con aplicaciones de alpaca cincelada, acompañado por una coral polifónica que interpretaba piezas de los siglos XVI y XVII.

En 2004, con motivo del CL Aniversario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción, la imagen de la Virgen fue trasladada a la Catedral para presidir diversos actos religiosos.

En 2007, la hermandad estrenó un nuevo paso para Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro, diseñado por Jorge Mellado Lucena en estilo neomanierista, con aplicaciones de plata de ley y cuatro grandes faroles octogonales. Su presentación causó una gran impresión entre los cofrades cordobeses.

La Cofradía del Santo Sepulcro ha demostrado a lo largo de su historia una gran capacidad de adaptación, superando momentos de crisis y reorganización. Actualmente, se mantiene como una de las hermandades más emblemáticas de la Semana Santa cordobesa, con una estética procesional consolidada y una identidad profundamente arraigada en la tradición.

HISTORIA HERMANDAD DEL SANTO SEPULCRO

La Cofradía del Santo Sepulcro tiene sus raíces en el último tercio del siglo XVI, vinculada a los carmelitas calzados, quienes promovían hermandades y devociones populares como parte de su labor religiosa y de integración social. La cofradía surge en la ermita de la Vera Cruz, donde se hallaba el convento del Carmen, y sus primeras reglas fueron aprobadas el 5 de marzo de 1573, aunque ya existía con anterioridad.

Desde su fundación, la hermandad se consolidó y creció en importancia, celebrando su elección de hermano mayor el segundo día de Pascua de Resurrección, generalmente con una duración de un año, aunque en muchos casos se producían reelecciones. Su acto principal era la procesión de disciplinantes del Viernes Santo, en la que se veneraban tanto la imagen de Cristo Yacente como la de Nuestra Señora de las Angustias (también conocida como Quinta Angustia), que generaba gran fervor entre los devotos.

A finales del siglo XVI, con el traslado de los carmelitas a Puerta Nueva, se inició la construcción de una nueva iglesia. En este contexto, la cofradía decidió sustituir su primitiva imagen mariana por una nueva, que pasó a denominarse Nuestra Señora de las Penas, nombre que mantuvo hasta el siglo XIX.

En el primer tercio del siglo XVII, la hermandad del Santo Sepulcro absorbió las hermandades de Nuestra Señora del Carmen y San Gregorio, lo que reforzó su relevancia y permitió incorporar elementos barrocos a su estación de penitencia, dotándola de mayor boato y solemnidad. En 1737, los hermanos de la cofradía remodelaron completamente su capilla en la iglesia del Carmen.

El Viernes Santo, la cofradía cerraba los desfiles procesionales con los pasos de la Santa Cruz, Cristo Yacente y Nuestra Señora de las Penas. Un momento especialmente emotivo era su paso por el convento de Santa Inés, donde las religiosas entonaban el Miserere. Además, se incorporaron nuevas formas escénicas, como el sermón del Descendimiento, representado antes de la estación de penitencia.

En 1659, la cofradía protagonizó un conflicto con la de San Diego por cuestiones de horarios procesionales, que se resolvió con un acuerdo en 1660.

A mediados del siglo XVIII, la cofradía atravesaba dificultades económicas, lo que llevó a su vinculación con el colegio de escribanos públicos, expulsados en 1755 de la hermandad de Jesús Nazareno. Los escribanos asumieron el mantenimiento de la cofradía y, aunque se redujeron los actos religiosos, la procesión del Viernes Santo continuó celebrándose. Durante la ocupación napoleónica, la cofradía sufrió la exclaustración de los carmelitas calzados en 1810, pero recuperó su actividad tras su regreso.

En 1820, un nuevo reglamento estableció la procesión del Santo Entierro como la única permitida, favoreciendo a la cofradía del Sepulcro. Sin embargo, en 1835, con la exclaustración definitiva de los carmelitas, la hermandad entró en un período de declive. Sus imágenes fueron trasladadas a la parroquia del Salvador y Santo Domingo de Silos, donde los escribanos dieron culto a la Virgen de la Concepción.

A mediados del siglo XIX, la procesión del Santo Entierro fue recuperada por el ayuntamiento, y los escribanos siguieron acompañando al paso del Sepulcro hasta 1862, cuando surgió un conflicto con el clero. Desde 1864, la cofradía volvió a procesionar de manera independiente, pero su presencia documental desaparece a finales de siglo, lo que sugiere su posible disolución.

En 1910, gracias a la iniciativa del conde de Torres Cabrera, se reorganizó la hermandad del Santo Sepulcro con el respaldo de la nobleza cordobesa. Sin embargo, esta etapa tuvo una corta duración, ya que en la década de 1920 la cofradía volvió a desaparecer.

Durante la Segunda República, Juan Serrano Rosas impulsó un nuevo intento de reorganización, logrando que en 1935 la cofradía volviera a participar en la procesión del Santo Entierro. A partir de 1937, la hermandad experimentó un auge significativo, con la incorporación de vistosos mantos negros y la ostentación de insignias de la Orden del Santo Sepulcro.

No obstante, a finales de los años 40 comenzaron a aparecer signos de crisis, aunque en los años inmediatos hubo una breve recuperación bajo el liderazgo de José Montero Tirado. Aun así, en los años 50 la hermandad entró en un nuevo período de decadencia, que culminó en su disolución en enero de 1973.

En marzo de 1973, un grupo de jóvenes estudiantes promovió la reorganización de la cofradía, cuyos estatutos fueron aprobados en ese mismo año por monseñor Cirarda Lachiondo. En 1976, la hermandad encargó al escultor Luis Álvarez Duarte la talla de Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad, bendecida en 1977.

En 1985, la cofradía incorporó la advocación de la Inmaculada Concepción a su título, recuperando el culto que tradicionalmente le habían tributado los escribanos públicos en siglos anteriores. En 1987, logró la agregación a la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén de Roma y a la Orden de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo. Ese mismo año, el rey Juan Carlos I aceptó el título de hermano mayor honorario.

En 1995, la cofradía realizó un importante avance en su identidad procesional con la primera salida de Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad, acompañada por San Juan y María Magdalena en un paso innovador diseñado por Miguel Ángel González Jurado. Este conjunto, que evocaba una escena de duelo, se presentó bajo un palio con aplicaciones de alpaca cincelada, acompañado por una coral polifónica que interpretaba piezas de los siglos XVI y XVII.

En 2004, con motivo del CL Aniversario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción, la imagen de la Virgen fue trasladada a la Catedral para presidir diversos actos religiosos.

En 2007, la hermandad estrenó un nuevo paso para Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro, diseñado por Jorge Mellado Lucena en estilo neomanierista, con aplicaciones de plata de ley y cuatro grandes faroles octogonales. Su presentación causó una gran impresión entre los cofrades cordobeses.

La Cofradía del Santo Sepulcro ha demostrado a lo largo de su historia una gran capacidad de adaptación, superando momentos de crisis y reorganización. Actualmente, se mantiene como una de las hermandades más emblemáticas de la Semana Santa cordobesa, con una estética procesional consolidada y una identidad profundamente arraigada en la tradición.