El Ayuntamiento de Sevilla, tras la Exposición de 1929, decidió expandir la ciudad hacia el sur, dando lugar a la formación de barrios como Porvenir y Tiro de Línea. Estos barrios surgieron para alojar a la población trabajadora de la Exposición. El Tiro de Línea se estableció alrededor de la avenida de los Teatinos, con límites definidos por la vía del tren Sevilla-Cádiz.

En 1944, se bendijo la iglesia de Santa Genoveva en la avenida de los Teatinos. En 1945, se fundó la Hermandad Sacramental para fomentar la religiosidad en el barrio. En 1948, se propuso la creación de una hermandad de penitencia en Tiro de Línea, pero el proyecto no prosperó.

En 1956, tras varios intentos, Manuel Arroyo Pérez y Antonio Lerate Cabrera fundaron la Hermandad de Jesús Cautivo y Nuestra Señora de las Mercedes Redentora de Cautivos, con el apoyo de D. Julio Rodríguez La Horra. El proyecto se basaba en el compromiso fundacional del apostolado y la caridad. Adoptaron la advocación de Jesús Cautivo y redactaron las Reglas, aprobadas en octubre de 1956 con el lema «Por un mundo mejor».

En 1956, el joven imaginero José Paz Vélez creó las imágenes de Nuestra Señora de las Mercedes, que llegó al barrio el 12 de septiembre de ese año, y de Nuestro Padre Jesús Cautivo. La primera imagen fue depositada en casa del primer hermano mayor, Antonio Lerate Santaella. En 1957, ocho hermanos participaron en la Estación de Penitencia con la Hermandad de Santa Marta como representantes de la nueva hermandad.

En 1958, la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo fue bendecida por el arzobispo de Sevilla, y se inició la construcción del paso del Señor, sufragado por Benito Villamarín Prieto. Ese año, la Hermandad realizó su primera Estación de Penitencia completa con Santa Genoveva. La colaboración de otras hermandades y la bendición de la Esperanza Macarena como protectora destacaron en 1958. El año concluyó con la bendición de la imagen de San Juan.

En 1960, la Hermandad prescindió de la subvención municipal y dedicó su importe a los damnificados por una riada. En 1961, el intento de fusión entre la Hermandad Sacramental y la de Penitencia no tuvo éxito. Antonio Monedero Lagares presidió la nueva Junta de Gobierno en 1962, aprobando proyectos como la bambalina delantera. En 1963, se donó la cruz de guía que simbolizaba la intención fundacional y se aligeró de peso en 1994.

Antonio Lerate Cabrera lideró la hermandad en 1964, implementando avances como un boletín trimestral, mayor participación de las hermanas y una Junta Auxiliar. Se intentó bordar una bambalina delantera, pero se descartó por su rigidez y costo. Durante las Misiones, Nuestra Señora de las Mercedes fue trasladada a la barriada de Santa Bárbara, y se fundó la Bolsa de Caridad para atender las necesidades del barrio. En 1965, se autorizó la salida de niños menores de siete años, y se encargó una candelería en los talleres de Villarreal, costeada por donantes y hermandades como la Soledad de San Lorenzo, Macarena, Gran Poder, Rocío de Sevilla, y peñas sevillistas y béticas del barrio. La cofradía continuó consolidándose con la realización de múltiples enseres.

En 1967, Joaquín Carmona González es elegido hermano mayor y se estrena la bandera de la Bolsa de Caridad. Un grupo de hermanos fundadores se ofrece para adquirir, acondicionar e instalar un nuevo retablo mayor para el templo, utilizando el antiguo retablo neoclásico del siglo XVIII, que se bendice el 23 de febrero de 1969. Don Antonio González Abato, el párroco, invita a los niños del barrio a donar los flecos de las bambalinas del palio.

En 1970, la Hermandad adquiere el antiguo manto de salida original de Juan Manuel Rodríguez Ojeda de la Hermandad de Madre de Dios del Rosario. En 1971, se establecen lazos de confraternidad con la Hermandad del Santísimo Cristo de la Sed. En 1973, se compra la Casa-Hermandad en la Avenida de los Teatinos, N.º 69, y se celebra el primer Cabildo de Oficiales en dicha casa el 12 de marzo.

La Bolsa de Caridad sigue funcionando con la misión de preparar los cultos a la Virgen y ayudar a los necesitados del barrio. En 1975, se dona una túnica bordada por la familia Muñoz-Mateo, y se impone la primera medalla de oro de la Hermandad a Don Antonio González Abato en reconocimiento a su labor como párroco y director espiritual.

En 1977, se funda el coro de la Hermandad y se elige a Manuel Muñoz del Río como hermano mayor. Durante su mandato, se colocan azulejos del Señor y de la Virgen en la parte frontal de la parroquia, y se nombra a una calle del barrio con el nombre de Nuestro Padre Jesús Cautivo.

En 1982, la Hermandad de Penitencia se fusiona con la Sacramental. Se redactan nuevas Reglas y se reforma el escudo. En 1985, se aprueban las Reglas reformadas.

En 1981, se celebran varios actos conmemorativos por los XXV años fundacionales, incluyendo el pregón de Fernando Durán Grande, el traslado de la Virgen a la Catedral y la edición del libro «Amanecer de una cofradía sevillana». Surge el movimiento de formación «Amistad Cristiana».

En 1984, se releva a José Villa Carmona como portador del palio, y se sustituye el pregón de Semana Santa del barrio por el Pregón de las Mercedes de Nuestra Señora.

En 1985, se reforma el escudo de la Hermandad y se aprueban las nuevas Reglas. En 1987, Joaquín Carrera Rodríguez pronuncia el primer Pregón de las Mercedes de Nuestra Señora. En 1992, José Paz Vélez ejecuta la talla completa del cuerpo de candelero del Señor en madera de cedro, con la sorpresa de encontrar los antiguos pies dentro de la talla durante una restauración posterior.

En 1988, se produce la retirada de Don Antonio González Abato como párroco de Santa Genoveva, siendo sustituido por D. Francisco de Asís Ruiz Vázquez. Se rinde homenaje a Don Antonio por sus 30 años de servicio, y en 1989, una de las nuevas calles cercanas al barrio es rotulada con su nombre. Tras el fallecimiento de Don Antonio en 1990, sus restos regresan a Santa Genoveva el 20 de septiembre de 1999, siendo anunciado por el Sr. Arzobispo, D. Carlos Amigo.

El nuevo párroco inicia gestiones para cambiar el nombre del templo, que pasa a llamarse Nuestra Señora de las Mercedes y Santa Genoveva. Se adquiere un nuevo inmueble en la calle Ángel Ganivet para usar como salón de actos y almacén.

En 1990, Antonio Lerate Cabrera vuelve a ser hermano mayor. Durante su mandato se celebra por primera vez la Procesión Eucarística, que sustituye a la de impedidos. En el ámbito asistencial, la Hermandad colabora con la residencia de San Adolfo y establece una beca para el Seminario Diocesano. En 1993, la imagen del Señor Cautivo realiza un solemne Vía Crucis del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla, siendo multitudinario.

En 1996, siguiendo las Normas Diocesanas, se unifican las numeraciones de hombres y mujeres y se comienza a solicitar la partida de bautismo para ser hermano. Se colabora con la Asociación Aliento en el ámbito asistencial.

En 1997, se celebra el XXV Aniversario de la imposición de la corona a Nuestra Señora de las Mercedes con una Función Solemne. El altar se monta en la confluencia de las calles Romero de Torres con la avenida de los Teatinos. El Sr. Arzobispo anuncia la elevación al rango canónico de la coronación de 1972. Surge un plan de ayuda social en colaboración con las tres Cáritas del barrio.

En 1998, Manuel Vicente Durán Rodríguez accede al cargo de hermano mayor. Durante su mandato, se enfoca en la formación y la caridad como pilares fundamentales. Las hermanas adquieren pleno derecho de participación en todos los órganos de la Hermandad. Se asigna un presupuesto a la Vocalía Asistencial para atender necesidades sin depender de rifas y otros actos para recaudar fondos.

Se funda la banda de cornetas y tambores de Nuestro Padre Jesús Cautivo para integrar a más jóvenes en la Hermandad. En septiembre de 1999, se realiza el traslado de los restos de Don Antonio, y poco después, tiene lugar la imposición de la medalla de la ciudad a la Santísima Virgen.

Carlos Villanueva Granado es nombrado capataz general, y el paso de la Santísima Virgen Inmaculada-Milagrosa se utiliza en el Corpus del barrio. La Hermandad establece su primera página web como medio de divulgación, y se aprueba el proyecto y presupuesto para reedificar la casa-hermandad. Se estrenan insignias, como la de la coronación canónica realizada en los talleres de Fernández y Enríquez.

Durante estos años, se destacan diversas acciones, como la remodelación de la casa-hermandad, la firma de protocolos de colaboración con otras hermandades, la participación en proyectos sociales y de acción caritativa, la colaboración en la construcción de una iglesia en la India, la restauración de imágenes y enseres, la incorporación a la Confederación de San Cirilo para la acogida de niños bielorrusos, el hermanamiento con la Hermandad de los Estudiantes, y la realización de eventos conmemorativos, como el L Aniversario.

Se resalta el trabajo de diferentes hermanos, la participación en eventos de relevancia como las Jornadas Mundiales de la Juventud, cambios en la dirección espiritual con la llegada de nuevos párrocos, así como proyectos artísticos, musicales y de comunicación. La narrativa también aborda los desafíos enfrentados, como la adaptación a la pandemia del COVID-19, que ha afectado la planificación de eventos y celebraciones del LXXV aniversario fundacional.