Fue con la llegada de los Reyes Católicos cuando comienza a celebrarse la Semana Santa en Málaga, allá por el 1487. En consecuencia, con la llegada de estos, se produjo la conversión de los diferentes habitantes de la ciudad al catolicismo. Por ello, tanto el Concilio de Trento, en el siglo XVI, y la posterior Contrarreforma, fueron actos que provocaron la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección en esta localidad. 

Del mismo modo, esto permitió a la Iglesia catequizar a la ciudad de Málaga, surgiendo de esta forma diferentes Hermandades. Pero dicha Semana Santa no es como la que conocemos en la actualidad, ya que antes los diferentes Titulares, salían de sus templos portados por un grupo reducido de personas. Los cortejos estaban formados por hermanos de luz y hermanos de sangre, los cuales se azotaban durante todo el recorrido penitencial.

Tras ello, comenzaron diferentes vaivenes con el paso de los años, donde la Semana Santa fue sufriendo constantes cambios hasta llegar a la actualidad, donde todos, sin duda, nos quedamos impresionados por sus diferentes traslados y, lo más notable, sus majestuosos e impresionantes tronos.