Una tarde del mes de octubre del año 2004, específicamente el día 27, un grupo de personas se reunió en la capilla de la Asunción de Córdoba con un propósito claro: formar un grupo sólido de jóvenes estudiantes que desarrollara actividades caritativas, formativas y pastorales, con la aspiración de que este grupo diera como fruto, en el futuro, una nueva cofradía de penitencia, según consta en su Acta de Fundación.

La acogida favorable del que sería su primer director espiritual, Ilmo. Sr. D. Fernando Cruz Conde, fue como los brazos de una madre para un recién nacido, guiándolos durante varios años a través de catequesis para adentrarlos en una vida cristiana comprometida, fundamentada en la entrega, la humildad y la sencillez; valores que hoy en día escasean incluso entre los propios cristianos.

En ese lugar, bajo los imponentes muros fríos de la Compañía pero con el cálido amor al Señor, surgió la visión de la cofradía que deseaban construir: una cofradía modesta, exenta de ostentación, que honrara las enseñanzas de Cristo, quien murió desnudo en la Cruz; recordando que «antes entrará un camello por el ojo de una aguja que un rico en el Reino de Dios».

Durante este periodo, tuvieron la fortuna de ser presentados al Señor Obispo, quien los alentó a seguir por el buen camino y los inspiró con sus hermosas palabras: «vosotros sois una pequeña bola de nieve que ha empezado a rodar, tenéis que procurar que esa bola siga aumentando porque solo así llegaréis a ser una auténtica cofradía de hermanos en Cristo comprometidos».

El trabajo diario comenzó a dar sus frutos. Surgió, por ejemplo, el escudo, que consiste en el anagrama de María abrazando las iniciales de Jesús (JHS) a los pies de la Cruz, con un libro flanqueado por la cruz Dominica, en referencia a Santo Tomás de Aquino y al espíritu estudiantil del grupo. También se agregó una cartela con las palabras FIDES, SPES, CHARITAS, representando las tres virtudes teologales que siempre han procurado tener presentes. Más adelante, llegó la bandera penitencial, bendecida en el primer aniversario, que alegró el aspecto más cofrade de sus actividades pastorales mientras continuaban con su labor callada de caridad y formación.

En el año 2006, el grupo inició una nueva etapa fuera de los muros de la Compañía, una decisión que el tiempo demostró ser muy acertada y que los llevó a su actual sede, la Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación, bajo la guía de su actual director espiritual, el Rvdo. Sr. D. Joaquín Pérez.

Integrados en la feligresía y participando en el consejo parroquial, tienen una presencia activa en la vida cotidiana de la parroquia. Participan en la Eucaristía dominical, reciben formación y los miembros del grupo que aún no lo habían hecho, han recibido el sacramento de la Confirmación. Además, llevan a cabo actividades caritativas dirigidas a diversas áreas, como Cáritas Parroquial, la Casa Madre del Redentor o la Fundación Bangassou.

En octubre de 2007, en el tercer aniversario de su fundación, tuvo lugar un evento que permanecerá para siempre en el corazón de todos los miembros de esta familia: la Solemne Bendición de su Imagen Titular, Nuestra Madre y Señora de la Salud y Traspaso. Le piden a esta Madre que los guíe y los proteja, y que dirija sus pasos hacia su Bendito Hijo.

Uno de los objetivos de este grupo es recuperar las raíces del verdadero sentido de las cofradías. Más allá de la contemplación en la Semana Santa, quieren poner la Palabra y el Mensaje de Dios al alcance de todos, para que comprendan que es el único camino hacia la salvación.

También han querido rescatar antiguas tradiciones de su ciudad. Por ejemplo, decidieron que a su titular mariana se le conociera con la advocación del Traspaso, en honor a una antigua Dolorosa a la que la hermandad del Santo Crucifijo rendía culto en la ermita de San José, aledaña a la Parroquia de la Magdalena, en el siglo XVIII. De igual manera, piden Salud para sus almas, por lo que su titular lleva el nombre de Nuestra Señora de la Salud y Traspaso.

Actualmente, este grupo Pro-Hermandad está involucrado en la vida diaria de la Parroquia de la Consolación, viviendo su fe como un grupo parroquial más y recibiendo una formación cristiana continua, tomando como modelo la teología de Santo Tomás de Aquino. También quieren profundizar especialmente en sus actividades caritativas y seguir madurando poco a poco como cristianos comprometidos, rindiendo un culto activo tanto al Santísimo Sacramento como a Nuestra Señora de la Salud y Traspaso, pilares fundamentales de su fe.

La imagen de Nuestra Señora de la Salud y Traspaso es una talla realizada por el escultor cordobés José Antonio Cabello en el año 2007, según el modelo del busto en terracota que realizó en el mes de mayo de aquel mismo año y que enamoró a los miembros del grupo desde el primer momento. En su mirada, quedaba perfectamente reflejada la escena que acontecía a su alrededor: el traslado hacia la sepultura del cuerpo exánime de su Hijo.

La talla de Nuestra Se

ñora de la Salud y Traspaso está realizada en madera de cedro real y mide 168 cm. Es una imagen de las llamadas «de candelero». Su pelo ensortijado, sus ojos con pestañas de pelo natural y las lágrimas de cristal que brotan de ellos, todo contribuye a su expresión de dolor y serenidad. Sus manos muestran el anagrama de María y su boca entreabierta añade un toque de realismo. La saya de terciopelo de seda negra bordada en hilo de plata, así como las otras piezas de su ajuar, son testimonio del cuidado y la devoción con los que se ha tratado esta imagen.

El Santísimo Cristo de las Almas, bendecido en 2019, es una talla de madera de cedro real con acabados en policromía al óleo. La postura del Cristo representa el momento en el que, tras el Descendimiento de la Cruz, Jesús es desprendido de los brazos de la Virgen para su próximo entierro. Esta imagen es parte fundamental del futuro misterio que la pro-hermandad espera configurar.

Este grupo Pro-Hermandad sigue trabajando con dedicación y devoción, comprometido con su fe y con la labor caritativa y pastoral en su comunidad parroquial.