La Hermandad de Nuestra Señora del Valle tiene sus raíces en la Sevilla del siglo XIII, cuando el Rey San Fernando promovió la fundación de instituciones religiosas y procesiones de penitencia. La visita de San Vicente Ferrer en 1407 incrementó la participación en cofradías que practicaban la disciplina de sangre. En 1521, el primer marqués de Tarifa instituyó una Vía Sacra en Sevilla, fomentando esta forma de recordar los pasos de Jesús. 

La Hermandad de Nuestra Señora del Valle surgió de la fusión de dos corporaciones medievales: la Hermandad de la Santa Faz y Nuestra Señora de la Encarnación, fundada en 1450 y la Hermandad de la Coronación de Cristo, fundada en 1540. Originalmente conocida como la Hermandad de Luz, esta cofradía evolucionó hacia la penitencia en el siglo XVI y cambió su nombre a Hermandad y Cofradía de la Santa Verónica de Jesucristo y Nuestra Señora del Valle en 1553. Sus reglas fueron aprobadas en 1558, estableciendo su estación de penitencia en Jueves Santo por la noche.

La Hermandad de la Coronación de Cristo, fundada en 1540 en la Iglesia de San Martín, trasladó su sede al Convento de Montesión en 1566 y aprobó nuevas reglas en 1567. Durante un tiempo residió en el Hospital de San Cosme y San Damián, pero regresó a la Iglesia de San Martín en 1588 debido a cambios en la administración de hospitales en Sevilla.

El 7 de abril de 1590 marca un hito importante con la aprobación de la fusión entre la Hermandad de la Santa Verónica y Nuestra Señora del Valle y la Hermandad de la Coronación de Cristo, dando lugar a la nueva Hermandad de la Coronación y Nuestra Señora del Valle y Santa Verónica, establecida en el Convento del Valle.

A partir de 1592, la hermandad comienza a realizar la Estación de Penitencia con tres pasos el Jueves Santo, organizando cuidadosamente el orden de procesión. Sin embargo, en 1604, el Sínodo Diocesano bajo el Cardenal Niño de Guevara instituyó el Cabildo de Horas de Salida y ordenó que todas las hermandades de Sevilla realizaran la Estación de Penitencia en la Santa Iglesia Catedral, excepto las de Triana, que lo harían en la parroquia de Santa Ana.

En 1623, debido a disturbios callejeros durante la Semana Santa, el Arzobispo Castro de Quiñones redujo el número de cofradías, y la Hermandad de la Coronación y Nuestra Señora del Valle se unió a la Hermandad de la Estación de la Cruz y la Hermandad de las Virtudes solo para la Estación de Penitencia.

En 1626, el Papa Urbano VIII autorizó el uso de la Vara de Hermano Mayor como símbolo de autoridad eclesiástica en la procesión.

En los años posteriores, la hermandad adquirió una rica historia, obteniendo privilegios reales, componiendo nuevas imágenes y obras de arte, y enfrentando desafíos políticos, incluyendo la prohibición del uso del antifaz en los cortejos procesionales en 1831 y la interrupción de las procesiones durante la Segunda República Española en 1932.

Durante la Guerra Civil Española, la hermandad protegió sus imágenes y enfrentó la pérdida de la comunidad carmelita en la Iglesia del Santo Ángel. Después de la guerra, la hermandad se trasladó a varias ubicaciones antes de regresar a la Iglesia del Santo Ángel.

En las décadas siguientes, la hermandad continuó creciendo y adaptándose, obteniendo el título de Archicofradía y el patrocinio de los Reyes de España. En 1964, se le concedió la custodia de la Reliquia de la Santa Espina de la Corona de Nuestro Señor Jesucristo, y en 1980, se introdujo una nueva tradición de la Santa Mujer Verónica llevando un paño con la Santa Faz. 

A lo largo de los años, la hermandad enfrentó cambios en la política y la sociedad, así como desafíos en la preservación de sus tradiciones durante períodos turbulentos. Sin embargo, continuó celebrando su fe y participando activamente en la Semana Santa de Sevilla.

La Hermandad de la Coronación y Nuestra Señora del Valle ha vivido una historia rica en acontecimientos y celebraciones a lo largo de los años, especialmente en los inicios del siglo XXI.

En el año 2000, la Hermandad conmemoró el aniversario de su fundación con una serie de eventos culturales, incluyendo un Tedeum y una Función Solemne presidida por el Arzobispo de Sevilla. Además, se montó por primera vez un nacimiento con las figuras secundarias de los pasos de misterio.

En 2001, se anunció la Coronación Canónica de la Virgen del Valle, seguida de la restauración de la imagen de la Santa Mujer Verónica en 2002. La coronación tuvo lugar en la Santa Iglesia Catedral de Sevilla con la presencia del Rey Juan Carlos I como Presidente de Honor y la Marquesa de la Motilla como madrina.

En años posteriores, la Hermandad continuó participando activamente en la vida de la ciudad, acogiendo a otras hermandades durante el cierre por obras de la Parroquia del Salvador y realizando mejoras en su patrimonio. Además, incursionó en el mundo tecnológico con el lanzamiento de su sitio web.

En 2020, la pandemia de COVID-19 afectó las celebraciones de la Hermandad, obligándola a adaptarse a las restricciones y a celebrar eventos de manera virtual. Sin embargo, también se produjeron avances significativos, como la adquisición de un local para la Casa de Hermandad.

En los años siguientes, la Hermandad continuó con sus actividades religiosas y culturales, destacando la restauración del techo de palio y las caídas de palio del paso de Nuestra Señora del Valle, así como la colocación de la primera piedra de la Casa de Hermandad en 2023.

Estos eventos y logros reflejan el compromiso continuo de la Hermandad con su fe, su patrimonio y su comunidad a lo largo de los años.